Ilumina el camino

Isaías 9:2, "El pueblo que camina en oscuridad verá una gran luz. Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad, brillará una luz".

Para aquel que están inmerso en el pecado es necesario recordarte que no fuiste creado para vivir en esa condición de oscuridad y angustia. Muchas veces nuestras tinieblas no nos permiten ver el gran error en el cual estamos, consideramos que otros son los que están mal y no nosotros, pero ¿por qué? porque la oscuridad en nuestras vidas es tan grande que no nos deja ver el camino por el cual transitamos.

A los que les falta la luz del evangelio, andan en tinieblas y en peligro supremo. Pero te recuerdo que cuando el evangelio llega a una parte, a un alma, a un corazón, es allí cuando llega la luz.

La luz verdadera resplandece en medio de nuestras tinieblas.

La luz verdadera trae vida a aquellos que moran en tierra de sombra de muerte.

La luz de Cristo trae alegría en medio del caos.

La luz verdadera quiebra nuestro pesado yugo de opresión.

La luz de Cristo trae arrepentimiento y buenas nuevas al corazón abatido.

Nuestra oración debe ser fervorosa para que puedan conocer la luz verdadera de Jesús y hacerla brillar en nuestro corazón y hacernos sabios para salvación. El evangelio trae gozo consigo. Los que desean tener gozo, deben hacerse la expectativa de trabajar arduamente, como el agricultor, antes de tener el gozo de la cosecha; y por duro conflicto, como el soldado, antes de repartir el botín.

Es el tiempo en el cual tu y yo hagamos que la luz de Cristo ilumine el camino de nuestros amigos, familiares o conocidos que están atrapados en la oscuridad.

Nuestra vida es el mejor testimonio de lo que el Señor Jesús puede hacer cuando le permitimos a Él brillar a través de nuestra vida.

Nuestra vida es el mejor evangelismo para aquellos que viven en tan densa oscuridad, para que ellos puedan ver brillar la luz de Cristo en nosotros.

¡Haz brillar la luz de Jesús!